Las respuestas del sombrerero loco eran tan relajadas y alegres como de costumbre, logrando mantener la suave sonrisa que hacía rato se había dibujado en su pálido rostro, a la vez que sus dedos, finos y ágiles, volvían a enredar entre los cabellos de su moreno compañero, mimándole de cierto modo, distrayéndose por otro lado también.
-Si cambiaras todo sería demasiado aburrido y monótono por aquí... Wonderland perdería gran parte de su mágia.
Su respuesta fue sincera, aunque por su mente pasaban algunos de los vicios del otro Master, haciendo que se planteara si a lo mejor no habría al menos una cosa que cambiar, al fin y al cabo nunca le había gustado ese afán coleccionista tan excéntrico que Mad Hatter tenía y que no acababa de comprender completamente.