Prestamo

Aparecio a voluntad delante de la galeria, solo observando con atencion la fachada de esta, en su forma oscura esta vez, iba por esa liebre, lo que queria que se le preparara, solo ese loco cocinero podia hacerlo, una gran adquisision de parte del sombrerero sin duda alguna a toda esa coleccion de rarezas que mantenia.

Le causaba cierta gracia pensar que el master aquel pensara que podia inclusive ganarse a alguien como chesire para su coleccion, era todo un personaje sin duda alguna. No llamo puesto que tenia invitacion para la hora del té. Recorrio las galerias de tan peculiares "obras" maravillado en ratos, curioso en otros, perplejo en mas de una ocasion y con deseos de robarse uno que otro tesoro.

Llamo a la puerta que intuia la correcta, solo esperando respuesta.

Spoiler:

Si las cosas no eran preparadas más rápidamente era porque debía esperar a que el fuego hiciera su trabajo, pero en su enorme, realmente enorme, cocina podía hacer un montón de platillos a la vez para poner en unos minutos a la mesa para la hora de té, cuando los 6 relojes sonaran y anunciaran la hora prometida.

Un olor peculiar llegó a su nariz que hizo que sus ojos brillaran y sus orejas se alzaran y abrieran en alerta, y no era precisamente que uno de sus platillos estuviera listo.

"¡Gato!"

En menos de un parpadeo estaba abriendo la puerta para ver al master, uno al que siempre había estado tentado en hacer uno de sus ingredientes.

-Kayn, ese es mi nombre-

Le miro abrir la puerta mientras saludaba, habia escuchado aquel apelativo y si bien le habia sacado una sonrisa, tambien le habia provocado bastante curiosidad.

-Mayhew me dijo que podia venir a buscarte directamente, tengo algo que proponerte-

Menciono recorriendo la cocina con total tranquilidad.

"Gato" repitió cruzándose de brazos y asintiendo con su amplia sonrisa. "Está bien, gato me gusta"

Parpadeó un par de veces al oír el nombre del señor, señor sombrerero y ladeo un poco la cabeza, hasta que un sonidito alertó su oreja izquierda.

"¡El té está listo!"

En un instante fue y vino con un par de tazas en una mano y la tetera en la otra, entregando una al invitado -más bien estampándola en su pecho- y usando la otra para servirse él mismo. Sólo al momento de beberlo estaría completamente tranquilo.

Un sonido en respuesta cuestionaba al gato, igual que sus ojos celestes que lo miraban sobre la taza.

"¿Huh?"

Esa libre y ese sombrerero eran dignos seres de admiracion y curiosidad algunas veces, la faena del te si bien no le tomo desprevenido le saco una sonrisa de lo mas peculiar mientras tomaba al vuelo la tacita que le dejaba aquella peculiar libre, si bien alcanzo a dar un sorbo antes de ver esa expresion divertida en el rostro ajeno, no dijo nada.

No le molesto el gato, eso era despues de todo, que le llamaran Chesire le dejaba un sabor agrio aun si ese era su rango, Kayn le hacia sentia ajeno cuando de cosas fuera de su estatus se trataban, pero gato, podia aplicarlo facilmente para cada una de sus caras, fuera el blanco, el negro, fuera el master o solo habitante de wonderland, seguiria siendo un gato, aquello si que le saco una sonrisa, esa libre era un ser tan peculiar aun cuando no se diera cuenta

-Un platillo, necesito que cocines un platillo para mi-

Fue todo cuanto dijo.

Un especial brillo apareció en los ojos de la liebre que mordió la porcelana de la taza. Lamió la gotita que se había escapado y la apartó de su boca.

"¿Qué clase de platillo? ¿Algo interesante, algo grande, algo muy pequeño, algo baboso, algo crujiente, algo de fuera? ¿Galletas?"

-Si fueran solo galletas no necesitaria la ayuda de un gran chef como tu-

Miro de nuevo el contenido del te, bastante curioso, parecia cambiar con cada sorbo que daba

-Un platillo especial, unico y al parecer bastante raro es lo que necesito que crees para mi, los ingredientes yo los puedo conseguir-

"Ah, ah, pero eso dependería de qué tipo de galletas quisiera"

Una sonrisa desvergonzada se le pintó en los labios.

"Pero el gatito curioso ha llamado mi atención, ¿cuál es ese platillo tan único y especial que tiene en mente? ¿alguna clase de ratón?"

-Un corazon de hielo.-

Menciono tranquilamente, sosteniendo la tacita de te entre los dedos, admirando el diseño de repente.

-No es tal cual suena, puesto que los ingredientes y la preparacion son totalmente lo contrario aun cuando el resultado parece ser el del nombre, me pregunto si sera capaz de hacerlo.-

Se le abrieron las orejas tanto como se le amplió la sonrisa. Ni le importó dejar caer su taza -igual estaba vacía y sin té una taza es como si no fuera- para aplaudir eufóricamente.

"¡Un reto! El gato quiere dejarle un reto a la liebre. Lo haré todo, lo prepararé y lo serviré para su deleite, cuando traiga los ingredientes, sin importar lo que tomé de tiempo hacerlo, ¿será fantástico! ¿Qué puede ofrecerme el gato a cambio?"

-Traerte los ingredientes y probar tu obra de arte seria suficiente recompensa para ti?.-

Hizo un suave ademan apareciendo un saco de color caoba en su mano, no parecia grande, ni pequeño, pero algo en su interior se movia freneticamente y la sonrisa del gato se ensancho.

-Pero es tu decision.-

Parpadeó un par de veces en medio de un puchero.

"Qué master tan tacaño"

Se quejó antes de elevar la nariz para olfatear algo y perderse por unos breves instantes de la vista de su visitante, quizás sólo un par de parpadeos después de los que apareció comiendo de una bandeja de galletas que parecían tener, algunas, traviesas patitas que se movían todavía.

"Mmm... ¡crujiente!"

Vitoreó y, sosteniendo la bandeja con una mano y con la otra probando se creación, lo considera.

"¡Está bien! si llora, si gime, si se revuelca, si chilla y se enrolla en sí mismo... ¡lo haré!"

-Oooh, pero ten cuidado Argos que este es un ser bastante peculiar.-

Menciono con media sonrisa, atajo el interior del saco desde fuera antes de meter la mano en el mismo, se debatio o eso parecio antes de sacar la mano, algo parecia arañarle y morderle, pero no se veia nada, solo un hueco vacio en su mano.

-Las lagrimas de este pequeño ser son vitales, el corazon es exquisito, pero me temo que es dificil de saber, donde tiene la cabeza o los pies, donde tiene los ojos como puedes ver o sera mejor decir como no puedes ver?.-

Introdujo en la bolsa al pequeño ser, otro ademan y aparecio un saco aun mas grande. Todo lo demas esta aqui, pero lo mas importante lo que me falta de atrapar es el ingenio de un loco

Los ojos le brillaron de pura emoción al no-ver al ser pelear. El corazón se le aceleró en anticipación y deseó tenerlo pronto sobre su tabla de cortar.

La sonrisa sicópata le alcanzó los labios y se tronó los dedos al cerrarlos en puños. Imaginaba las incisiones, la vivisección y los órganos de la criaturita haciendo sonidos de "plach, plak" por la cocina. Se le aguó la boca de sólo pensarlo.

"Señor gato... nada se va a desperdiciar, cada pedacito del animalito lo vamos a disfrutar"

-Espero cortes bien, por que si no moriremos extasiados por el sabor-

Lanzo la bolsa a manos de la liebre loca, mientras seguia apareciendo mas y mas bolsas.

-Ese pequeño ser en especial, mucho me temo que es venenoso, solo poca de su carne esta a salvo de veneno-

Saco de un par de bolsas mas ingredientes, plantas de colores fluorecentes que se mecian de un lado a otro, frutas que cambiaba de color segun lo que las tocara, una especie de crema espumosa de color blanquecido, tiras de lo que parecia carne, pero el color era negro como la noche, varios frasquitos de colores traslucidos y pasteles y polvos de colores oscuros

Atrapó la bolsa cuando aún estaba en el aire y la apretó un poco contra el pecho. ¡Se podían sentir los arañazos detrás de la tela! Eso era motivo suficiente para dar saltitos de emoción.

"Veneno, veneno, haremos cositas con su veneno también" quizás no para comer, pero siempre había utilidad para las cosas.

Dio vueltecitas en su propio eje y se metió a la cocina. Colgó la bolsa de un perchero para que no alcanzara el suelo y se puso manos a la obra para despejar su cocina, ignorando por momentos las otras bolsas.

Aplaudió y preparó en un par de minutos la mesa para el té, platos, teteras, la comida, porque al señor, señor sombrerero había que tenerle siempre la comida a tiempo, fuera o no fuera a comer. Terminado eso, podía prestar atención a lo demás.

"Cuántas cosas señor gato, o leyó muy bien la receta o se la está inventando" se tocó la barbilla con el índice y miró al techo mientras caminaba por su cocina "¿o me la inventaré yo? ¿improvisaré?"

-Te la inventaras tu, yo solo recolecte, me temo mucho que mis habilidades culinarias son nulas-

Miro todo lo que hacia, jamas comprendia por que el sombrerero y esa liebre debian estar bebiendo el te a toda hora, tenia ganas de preguntar, pero al mismo tiempo presentia que era mejor no hacerlo, las respuestas de aquellos dos le dejaban mas curioso y eso era malo para un ser como el.

-Todo lo que he traido, me ha llamado la atencion por su color y su olor, si saben bien o no, sera su responsabilidad.-

"Oh, oh, el señor gato, es un minino curioso. Debe desear algo colorido si ha sido lo que más ha traído, le haremos un arco iris comestible para que esté contento, serà colorificamente dulce, ¿o salado? quizás lo quieras picante, ¡el violeta siempre sale picante! Todos creen que es el rojo, pero no, el violeta definitivamente"

Asintió un par de veces con la cabeza para sí mismo. Aprobando por completo lo que acababa de decir.

"El señor gatito, ¿qué quería? ¿Hielo? No, no, no, no, algo más complicado que eso..."

Se recordó mientras tomaba una taza de algo como harina, de qué podía ser, era difícil de adivinar, en esa cocina todo era engañoso a primera vista.

"¿La sostiene?" le puso la taza en frente cuando se encontró frente a la bolsa que seguía alborotada en el perchero y, con un movimiento rápido, ya la tenía abierta y lista para echar en ella la taza de harina, aplastando al animal con la mano, sacándola igualmente rápido para cerrarla. "Por cierto, señor gato, le aconsejo cuidar sus bigotes y no respirar con mucha fuerza, o este polvo le hará sentir algo de pereza"