Desplegó sus alas y emprendió el vuelo por sobre las flores con el fin de obtener una mejor vista del lugar. No sabía con exactitud cuantas horas llevaba desde su llegada a aquel lugar, aun dudaba si se encontraba dentro de un sueño o todo era real, pero si era un sueño ¿Sabría ella que era un sueño? Quizá, pero ¿Por qué no despertaba? En fin, no se iba a quedar quieta en un lugar esperando que por arte de magia sus dudas se aclararan, mejor opción era recorrer el lugar, encontrar a alguien, conocer, lo que fuese.
¿Qué ocurrió? En su camino se topó con un jardín de exóticas flores, de colores y tamaños diversos, inclusos algunas que eran por mucho más altas que ella, aunque ni siquiera era eso lo que le llamaba más la atención. Desde que se había adentrado en aquel lugar no paraba de escuchar murmullos, tan solo lograba rescatar algunas palabras que no lograban formar una frase, pero por alguna razón sentía que estaban hablando de ella. Por más que veía a su alrededor no divisaba a nadie. Por lo mismo decidió alzar el vuelo y observar desde lo alto con la esperanza de reconocer de quienes provenían los murmullos, pero nada.
Descendió con frustración tras un rato. No lo comprendo... ¿Habrá alguien? ¿Dónde están? ¿Dónde estoy? Suspiró y con su mano izquierda se echó el cabello que tenía sobre la cara hacia atrás.
"¿Hoola?" Gritó con fuerza, esperando que alguna de esas voces se hiciera presente "¿Hay alguien por aquí?" Se echó hacia atrás y como si alguien le hubiese hecho una zancadilla, cayendo de espalda al suelo.